Siguiendo la linea del anterior post, también podemos encontrar en la red la web de JamStudio donde, de manera sencilla, ofrecer a nuestros alumnos, y porqué no a nosotros mismos, la posibilidad de crear piezas musicales sin haber tenido que pasar por un Conservatorio. Bién, ya hece tiempo que esto no es necesario para ser creador de música, ¿no? La trascendencia que ha tenido y está teniendo la electrónica aplicada a la música es de tal calibre que difícilmente se debe poder cuantificar.
La cuestión es que con este nuevo estudio virtual, nuestros estudiantes podrán mostrar sus habilidades creativas siguiendo una serie de elecciones. Creo que se trata de una herramienta que nos permite que los alumnos aprendan de una manera más directa, más participativa y con un resultado sonoro personal de cada uno de los participantes.
Una muestra... Así, sin más, qué utilidad pueden apreciar si les pedimos que asocien la notación musical anglosajona con la alfabética? En cambio, para entender mejor cuáles son los acordes que han de seleccionar para que la pieza suede de una u otra manera, sería muy útil que conocieran de cuáles se trata, por lo cual, deberán asociar los dos tipos de notación musical. Hemos pasado de una obligación a una necesidad. ¿Qué es mejor para conseguir que aprendan? ¿Obligación o necesidad?
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